Un motor eléctrico es un dispositivo que convierte la energía eléctrica en energía mecánica mediante el uso de campos magnéticos generados por corrientes eléctricas. Es una tecnología fundamental en muchas aplicaciones industriales y domésticas.

Un motor eléctrico consta de varios componentes clave que trabajan juntos para producir movimiento. Entre ellos se incluyen el rotor, el estator, los devanados, los imanes y el conmutador (en motores de corriente continua).

El principio de funcionamiento de un motor eléctrico se basa en la interacción entre campos magnéticos generados por corrientes eléctricas. Cuando la corriente fluye a través de los devanados del estator, se crea un campo magnético que interactúa con los imanes o el rotor, generando una fuerza que lo hace girar. Esta rotación produce el movimiento mecánico.

El rotor de un motor eléctrico gira debido a la fuerza de Lorentz, que es el resultado de la interacción entre el campo magnético generado por el estator y la corriente eléctrica que fluye en los devanados del rotor. Esta fuerza induce un movimiento rotativo, esencial para convertir la energía eléctrica en energía mecánica.

El campo magnético en un motor eléctrico es generado por el flujo de corriente a través de los devanados del estator o por imanes permanentes. Este campo magnético interactúa con las corrientes eléctricas del rotor, produciendo fuerzas que generan movimiento. La dirección y fuerza del campo magnético son esenciales para el rendimiento eficiente del motor.

El estator, la parte fija del motor, produce un campo magnético constante o alterno que induce corrientes en el rotor. Estas corrientes generan su propio campo magnético, lo que crea una fuerza de atracción y repulsión entre el rotor y el estator. Esta interacción electromagnética es la base del movimiento rotativo en el motor.

Los motores eléctricos se clasifican en diferentes tipos según su diseño y aplicación. Los principales tipos incluyen motores de corriente continua (CC), motores de corriente alterna (CA) y motores universales. Cada tipo tiene características únicas que los hacen ideales para distintas aplicaciones, como maquinaria industrial, vehículos eléctricos y herramientas eléctricas.